Cuenta la historia que antiguamente la mujer menstruante era considerada sagrada. Estar en tiempo de luna significaba que dicha mujer en conexión con su cuerpo realizaba una ofrenda a la tierra y gestaba armonía con su entorno promoviendo la paz en su comunidad.
Bajo la influencia lunar casi todas las mujeres menstruaban en un mismo tiempo (nunca te preguntaste porque es común que mujeres que conviven en una misma casa,o amigas allegadas o hermanas menstruemos en sincronía incluso en estos tiempos…??) En las tribus indígenas del Norte de América, se reunían en un lugar especial llamado La “Tienda de la Luna” donde las abuelas transmitían el saber ancestral del poder y el valor femenino y las más jóvenes comprendían el privilegio de menstruar y transmitir la vida. Se sentaban en el círculo de la palabra, cantaban danzaban,se dejaban ser…aprovechando ese momento de apertura creativa,espiritual, celebrando su vínculo con la Madre Tierra y dispersando su luna (menstruación) por los campos,para darles vida,nutrirlo con su poder sagrado. Acto que toda la comunidad agradecía incluso los hombres valoraban su ciclo y su ser.
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